Si bien una parte se puede atribuir a cierto ambiente general de escaso compromiso con lo público, en el mundo educativo el problema es endémico. Padres o madres para las AMPAs, candidatos a formar parte del Consejo Escolar, asistencia a las llamadas "escuelas de padres", interés en las reuniones de seguimiento tutorial... Una interminable lista de espacios de participación desatendidos o, simplemente, ignorados por el grueso de las familias.
Los alumnos ante sus familias |
No tengo ninguna solución para este problema, pero quisiera proponer algunas acciones para mejorar la participación de las familias en los centros, especialmente en los de secundaria.
En primer lugar deberíamos comunicar, es decir, informar permanentemente de lo que hacemos en el día a día. La escuela concertada suele hacerlo mejor que nosotros, la escuela pública. Boletines, páginas web, tablones de anuncios, blocs... informan a sus familias, que son las que pagan! ¿Cuantas comunicaciones informativas hacemos nosotros a las familias? Normalmente autorizaciones para las actividades, notas trimestrales y alguna "nota en la agenda" sobre un comportamiento negligente...
Hay que enseñar lo que hacemos, mostrar la actividad en el aula, explicar cómo trabajamos. No se puede valorar y apreciar aquello que se desconoce. Hay que tener unas "puertas abiertas" permanentes. Hay que ser transparente. ¿Que hay poco que explicar? Pues seguramente tendremos que replantearnos algunas cosas...
En segundo lugar deberíamos hacer participar a las familias en lo importante, lo que hacemos en el día a día. Incorporarlas a nuestro core, a nuestra función vital, que es enseñar y aprender. Consejo Escolar, reuniones con las familias, Escuela de padres... Seamos francos: todo esto es periferia. Lo que nosotros hacemos es promover el aprendizaje, cada día, en clase. Pues hay que hacer participar a las familias en nuestras clases!
Visita guiada a una exposición en el centro |
La familia siempre está latente, pues hagámosla visible, hagámosla objeto de estudio, de reflexión, de debate. No de forma particular, sino de forma global, pues no se trata de pasar cuentas o de comparar a unos con otros.
Se puede ir incluso más allá. Pedirles, por ejemplo, que vengan un día a presentarnos su oficio, en qué trabajan. Pedirles que nos echen una mano en algo que ellos saben o tienen. Que hagan de "profes" un rato... ¿Os parece imposible? Quizás será porque no lo habéis probado... Nosotros hemos filmado a los abuelos para hacer historia oral, hemos construido decorados y disfraces con elementos de sus tiendas, los invitamos a ser "público" de los proyectos cada trimestre, a "padecer" visitas guiadas a nuestras exposiciones...
El compromiso, quizás, vendrá despúes. Hay que mostrarles que lo que hacemos con sus hijos, in situ, tiene valor y merece ser apreciado y, si cabe, defendido. Creo que los padres no están interesados en la educación o en la escuela. Pero lo están en el desarrollo de sus hijos, en que "salgan adelante". Hay que explicarles que realmente contribuimos a ello en la escuela, que lo que hacemos por sus hijos es importante. Hay que hacérselo visible, no basta con informar. Solamente entonces contaremos con su participación y, acaso, con su compromiso con el centro.
Boris Mir & IE Les Vinyes - Participación, el aprendizaje de la democracia - Rosa Sensat 2013 de Boris Mir
El equipo directivo del Institut Escola Les Vinyes participó en la VI jornada de educación "Participación, el aprendizaje de la democracia". Esta fue la presentación que acompañó nuestra intervención.