17.4.06

Lo más importante de mis clases

Os presento una lista de lo que considero más importante en mis clases:

Lo más importante en una clase son los alumnos. En la mía, también.

Sorprendentemente, permanecen invisiblen en muchas de las páginas y blogs dedicados a la docencia, a las TIC o e-learning. Casi nadie habla de sus alumnos, las personas concretas con las que trabaja a diario. Casi nunca los comentarios, propuestas se encarnan en estudiantes, casi nunca aparece su trabajo, su punto de vista en los blogs de los profesores, en los portales educativos, en las propuestas pedagógicas...

¿Cómo interpretar esto?

Perrenoud cuenta que hay muchos aspectos ocultos en la docencia. Y no siempre aspectos honestos y generosos, acordes con las “bellas finalidades eeducativas”.

Quizá la ausencia clamorosa de la voz de los alumnos indique algo de mala conciencia...

Entre el decir y el hacer hay una ruptura en pedagogía. A ver si hacemos un poco más presente la voz de nuestros alumnos para compensar tanto decir y hacer tan poco...

Aquí están sus nombres, a falta de mejor testimonio.

AMMOU, Ezahra

BURGUEÑO, Lidia

CASTILLO, Moises

EL AMRANI, Somaya

GUARNIZO, Jimmy

IGLESIAS, Raúl

JULIAN, Vanessa

MERA, Nemrod

PÉREZ, Eric

QUIRÒS, Luís

TERRERO, Franchi

TRESCASTRO, Pedro

ACEVEDO, Sergio

AMEZCUA, Ruben

AGUILAR, Nohemí

BENKCATA, Youssef

CANSIGNIA, Giovanni

CASERO, Cristian

DEL MORAL, Sandra

FERNANDEZ G., Melania

FERNANDEZ O., Raúl

FERNANDEZ P., Mari

GÓMEZ, Jonathan

HERNÁNDEZ, Miguel

LÓPEZ, Jennifer

MARGALEF, Silvia

MARTÍNEZ, Alba

MATUTE, Diana

MERAN, Sandy

NUÑEZ, Inés

OJOPI, Susy

ROMERA, Juan

TORRES, Merche

VIDAL, Andrea

VERSIENI, Neilliara

VILLALBA, Eli

AKHRIF, Hanan

BARREDA, Nora

CABRERA, Cynthia

CASTRO, Ana

COLACIOS, Sara

DÍAZ, Santi

EL HADDOUCHI, Siham

GERSCHOVSKY, Gina

LORENZO, Alex

MUÑOZ, Laia

PEDROSA, Eduardo

PEÑAS, Javi

PÉREZ, Alex

PROAÑO, Jackeline

RANGEL, Alex

ROMERA, Omara

RUANO, Sandra

SÁNCHEZ, Daniel

SANZ, Juan

SORIA, Justo

VILLANUEVA, Katherine


No, no hay ningún error en el código.
Puedes pulsar el ratón y arrastrarlo hacia arriba: verás aquello que simpre está, pero permanece invisible.

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"Aquello esencial es invisible a la mirada".

16.4.06

Consideraciones sobre un "buen" e-learning.

Michael Allen propuso en Technokowledge 2006, "nuevas" actuaciones para responder a las demandas que actualmente plantea la formación online. Se publican resumidas en un artículo que aparece en la revista digital "E-learning de América Latina". Afirma Allen, lo siguiente:


1. El diseño instruccional está demasiado enfocado en el contenido (considerado como rey), y resulta necesario focalizarlo más en el aprendiz y en las experiencias y conductas necesarias para lograr el éxito.

2. Los expertos saben demasiado pero no recuerdan la instancia de “no conocimiento”, por lo que muchos de sus desarrollos pueden ser asimilables solo por especialistas y no por alumnos comunes. Hoy, los aprendices recientes son los verdaderos expertos por su proximidad con el proceso de aprendizaje.

3. No necesariamente hay que terminar de analizar un proceso formativo para recién entonces comenzar a diseñar. El diseño ayuda al análisis y, por otra parte, hay que recordar que el análisis nunca termina. Los prototipos generan preguntas que ayudarán a perfeccionar la investigación.

4. Mientras se sostiene que hay que listar los objetivos de aprendizaje, la realidad es que nadie los lee, e incluso pueden llegar a desmotivar a los aprendices. ¿Qué es entonces lo importante a considerar por parte de los diseñadores instruccionales? La actuación requerida y el grado de dominio de un conocimiento demandado.

5. Usualmente, el material más interesante de un curso virtual se encuentra en la cima o instancia culmine de un proceso educativo, al tiempo que los contenidos más aburridos se encuentran en el punto de partida. Esta dinámica desmotiva, al postergar los contextos más significantes.

6. Proveer un feedback inmediato a cada consulta, puede simplificar las respuestas y reducir el pensamiento, impidiendo entregar respuestas con mayor profundidad.

7. Prevenir los errores del usuario desvía las mayores oportunidades de aprendizaje, donde cada alumno puede aprender de sus propios errores. Si no se presentan riesgos o desafíos, difícilmente se puedan generar pensamientos significativos o compromiso por parte del estudiante.

8. Contrario a lo que algunos sostienen, la práctica enseña. Ensayando desde las pequeñas experiencias es como funciona el aprendizaje. Implementadas correctamente, este tipo de estrategias pueden derivar en procesos formativos sofisticados y poderosos.

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Como puede leer cualquier profesor de aula, hay en estas afirmaciones algunas ideas constructivas, algunas obviedades y bastantes lugares comunes. Saber mucho de tecnología no garantiza una cultura pedagógica. El e-learning es un campo específico de otro mayor, el de la pedagogía. A menudo me parece que los nuevos "gurus" del e-learning se piensan que el mundo empezo ayer. Y la pedagogía, también. Sin embargo, la palabra "innovación" está siempre de moda.


14.4.06

La relación pedagógica ( 2 )


¿Quién puede pretender hacer abstracción de la relación pedagógica, de ese encuentro entre dos personas vivas y desinteresadas, de ese conjunto de fenómenos afectivos, de transferencias y de contra-transferencias, que siempre están presentes en clase? No podemos decidir, por simple comodidad, la suspensión de la afectividad; en primer lugar porque esta decisión, a todas luces, sería en sí misma una elección afectiva, alimentada, lo más a menudo, por la inquietud de sí mismo, el miedo hacia los demás o el deseo extraño de ejercer mejor su poder disimulándolo; luego, porque una actividad cognitiva, aunque haya sido perfectamente teorizada, no puede obviar la energía del deseo que le da fuerza y vida; finalmente, porque sería tonto negar el aspecto determinante, en el aprendizaje, de los fenómenos de identificación y de seducción. Todo el mundo sabe, en efecto, que la voluntad de seducir anima a todo docente aunque no lo confiese, aunque afirme lo contrario fingiendo ignorar que el rechazo de seducir puede aparecer como refuerzo de la seducción... El problema, no obstante, no radica aquí: que un alumno salga de clase habiendo sido seducido y estando contento de ello, no tiene nada de grave y hay que deshacerse ya de esos restos de puritanismo que nos hacen poner mala cara al placer del aprendizaje porque lo relacionamos con la facilidad, incluso con la demagogia. Podemos sentir placer frente a la dificultad recreándonos en la complejidad cuando vamos descubriendo lentamente sus claves. Y el alumno capaz de sentir este placer, es quien tendrá éxito en la escuela.

Porque lo importante en el aprendizaje, no es huir de la seducción, ni salir de clase diciendo: «no he sido seducido, lo juro», sino salir reconociendo: «he sido seducido, pero ello me ha permitido comprender esto o aprender aquello y lo que sé lo puedo identificar, reutilizarlo fuera del contexto de su aprendizaje; ahora soy yo el dueño y, aunque lleve aún durante un cierto tiempo la huella de la(s) persona(s) mediante la(s) cual(es) he llegado a obtener estos conocimientos, soy capaz de confrontarlos con nuevas situaciones...» Todo el problema está en reinyectar en la relación pedagógica la tercera realidad, el conocimiento identificado, reconocido como tal, transferido y, en consecuencia, despegado de las condiciones de su adquisición. No es cuestión de suspender aquí la relación sino de mediatizarla suficientemente, con el fin de que no se la tome a ella misma como objeto y de que los fenómenos de fascinación-repulsión no monopolicen la situación pedagógica; se trata de reestructurar sin cesar el triángulo para no dejarse absorber por relaciones dobles de captación, sino permitir un acceso, que será sin duda lento y caótico, a una verdadera autonomía.

MEIRIEU, P. (1987)
Aprender, sí. Pero ¿cómo?
Barcelona, 1992; Ed.Octaedro, pàg. 90

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pedagogía, relación pedagógica, Meirieu, seducción, triángulo pedagógico


¿Qué decir de Philippe Meirieu? ¿Contar cuanto le debo? ¿Pregonar su inteligencia y su bondad? ¿Hacer apología de sus propuestas? ¿Acabar, finalmente, con el, como se acaba con un mentor? Incansable, torrencial, vehemente, elegante, culto, comprometido, estimulante, irritante, arrogante... No es este su mejor texto, sin duda. Pero trata de la relación pedagógica, que es el tema que venimos tratando.