18.10.09

Organización escolar interdependiente

Siempre he defendido que el gran reto de la escuela actual es diversificar sin excluir. Esto circunscribe a todos los alumnos y no únicamente a los etiquetados con la horrorosa fórmula de la “atención a la diversidad”. Perdonad mi ignorancia: jamás he encontrado a un alumno que no sea diverso...

Esta diversificación entendida como una personalización del aprendizaje es sin duda compleja y difícil. En especial por las concepciones que tiene el profesorado sobre el tema, pero también por la propia organización extremadamente interdependiente que tienen las piezas en la institución escolar.

Escuela holandesa, 1918. Clase al aire libre

La estructura de los contenidos, por ejemplo, es un calco de las disciplinas académicas, así que uno es especialista en algo concreto y esto se compadece mal con abordar temas de forma transversal: deberás, como mínimo, ponerte de acuerdo con los docentes de las otras materias...

La asignación horaria de cada materia es interdependiente con todas las demás del centro, así que no puedes establecer dos horas lectivas consecutivas, por ejemplo, sin alterar la vida de algunos de tus colegas y el humor de tu jefe de estudios, el hacedor de los horarios.

La distribución del mobiliario en el aula suele ser uniforme, así que, a menos que tengas un aula específica, cualquier cambio sustantivo afectará a todos los grupos que dan clase en ella. La estructura básica de mis clases suele ser en semicírculo o en pequeños grupos, así que cambiar en cada hora de clase la distribución de sillas y mesas ya es un hábito establecido.

Respecto a la arquitectura escolar, la cuestión es aún más peliaguda. Como los espacios son para grupos grandes, no hay manera razonable de trabajar simultáneamente en pequeños espacios. Grupos de trabajo, proyectos personalizados, etc. te obligan a ocupar despachos ajenos, rincones en desuso o ángulos muertos del inmueble!

Los dichosos libros de texto se estipulan para durar varios cursos, de manera que siempre hay problemas con los cambios de docentes, las opciones metodológicas o los distintos perfiles de las promociones de alumnos... Si no quieres usar el libro establecido tendrás un conflicto servido en tu Departamento. Si, como hago yo, no usas libro de texto, procura no cambiar de centro!

Y no hablemos de la evaluación o las calificaciones: todo debe caber en una cifra trimestral. Nada de actividades de evaluación diferenciadas, informes personales ad hoc, coexistencia de objetivos educativos distintos, personalización del calendario, etc. Mucho marear la perdiz para terminar con lo único aceptado por todos: un boletín triste con alguna vaga anotación del tutor.

En resumen, es un verdadero quebradero de cabeza cambiar una enseñanza estandarizada por un modelo más flexible, adaptado a cada situación y necesidad específica, porque el sistema es muy interdependiente y poco o nada modular.
Dicho en plata: un profesor que trata de hacer cambios en el funcionamiento generalizado va tocando las narices a todo el mundo, negociando contenidos, enredando horarios, modificando distribuciones, ocupando espacios ajenos, etc.

Esto explica también por qué las mayores cotas de flexibilidad se alcanzan en los márgenes de la escuela: en las aulas de acogida, en los grupos de necesidades educativas especiales, en los programas de compensatoria, en las aulas abiertas, etc. Esta constatación indica que la personalización es la excepción y no la regla en los centros educativos. Mal andamos si la flexibilidad no puede beneficiar a todos los educandos…

9 comentarios:

eduideas dijo...

No puedo estar más de acuerdo. Mientras entendamos la diversidad como algo de unos pocos y sinónimo de los que no siguen o dan problemas y mientras el sistema sea tan rígido, difícil será innovar en el sistema ordinario, a diferencia de las aulas paralelas varias que citas. Justamente ahora en mi blog estamos debatiendo sobre el tiempo escolar, uno de los pilares de esa estandarización que impide "atender" a la diversidad

Rubio Jiménez dijo...

Muy buena la entrada. Totalmente deacuerdo con muchas de estas valoraciónes

José L. Castillo dijo...

La verdad es que escribir un comentario para decir "estoy de acuerdo" suena a poco, pero... ¡¡¡es que estoy de acuerdo!!!

Lo marginal se ha convertido en el motor. Desde que me di cuenta de eso siempre procuro situarme en el margen. Y no sólo lo que tú decías, que también... Educación Permanente (adultos, vaya) es un sitio marginal pero que está evolucionando de una manera muy bestia. Por lo menos en Andalucía.

El "main stream" es para otros. Si se desea cambiar algo en la educación, hay que pasar por diversificación, aulas de acogida, educación permanente, etc.

El "main stream" está lleno de miedos a fallar. Y eso es lo curioso... ¿A fallar más de lo que lo estamos haciendo? Ser conservadores en la educación actual es un suicidio, porque hay poco que conservar.

Boris Mir dijo...

Lo marginal siempre ha tenido un papel fundamental en las innovaciones educativas: la mayoría de los clásicos de la pedagogía instituyen escuelas al margen, para alumnos “al margen”, con metodologías “al margen”, etc. En parte es lógico. Pero han pasado más de cien años y no hay manera de integrar con normalidad muchas de estas propuestas.

Sinceramente, creo que la escuela estandarizada tiene los días contados. Simplemente porqué no dará respuesta a la demanda social de formación, socialización y custodia que se avecina en los años próximos. El Plan Escuela 2.0 más que una solución es, a mi entender, un síntoma de esta necesidad imperiosa de remodelar la escuela. El espejismo tecnológico puede que nos haga prolongar la agonía o, si se hace una buena gestión del cambio, puede que sea una oportunidad para redefinir la educación. Y la flexibilidad orientada a la personalización del aprendizaje me parece un vector del cambio fundamental, mucho más que el factor tecnológico.

En esto estamos algunos.
Y creo que cada día somos más…

Gracias por vuestros comentarios!

fgpaez dijo...

Boris, eres un fenómeno!!!
Un abrazo.
:-)

Boris Mir dijo...

Anda, Fernando, que estás de humor!

¿Será que has dejado el CEIP para vender coches? ;-)

Un abrazo,

Boris

Gabriela Monzón dijo...

Querido Boris...
Cada vez que necesito una perla de sabiduría... debo visitar tu blog, sé que jamás me defrauda, aún cuando suelo desaparecer de la web por tiempo indefinido, regreso y me llena el alma leerte...
Y lo disparatado de la cuestión es que sueles decir con una precisión exquisita y contundente aquellas cuestiones que desde mi autididactismo descarado y (como alguien dijo por allí) "ignorancia curiosa" tenía la sospecha aún cuando no pudiera decir como lo dices...
Ando soñando con una escuela que no sea "esta escuela", ando soñando con otros espacios no escolares, alternativos, distintos, en donde lo diferente sea la norma aunque parezca absurdo y no debamos todo el tiempo rogar, chocar, tropezar, sentirnos relegados, vilipendiados, expulsados los que queremos hacer las cosas de otro modo...
Ando soñando, ojalá que antes de que me muera de vieja sea algo más concreto que un sueño...
Gracias...
Gaby

Gabriela Monzón dijo...

Corrijo error garrafal por apasionamiento escriturario...
En vez de...
<>
Debía decir:
<>
Besos
Gaby

Boris dijo...

Caramba, gracias, Gaby!

Bueno los sueños.. sueños son!
Yo creo que la escuela mejora, afortunadamente. Pero no tanto como nuestras aspiraciones desean. Lo importante es no abandonar nunca el entusiasmo y seguir, seguir... hasta viejos. :)
Un fuerte abrazo,
Boris